PERSPECTIVAS FAVORABLES PARA LA CAMPAÑA AGRÍCOLA 2024-2025

Para la campaña agrícola 2024-2025, se proyecta un aumento del 4.3% en el área sembrada a nivel nacional, lo que significa 87,000 hectáreas adicionales, alcanzando un total de 2,099,502 hectáreas. Este crecimiento se compara favorablemente con el promedio de las últimas cinco campañas agrícolas. En particular, cultivos clave como la papa tendrán un incremento del 4,4%, alcanzando 356.753 hectáreas, mientras que el arroz verá una expansión del 0,3%, alcanzando 427.428 hectáreas.

De los 20 departamentos con mayores intenciones de siembra, San Martín destaca con 114,221 hectáreas de arroz, mientras que Lambayeque y Piura sembrarán 52,685 y 50,937 hectáreas respectivamente. En papa, Puno liderará con 58,419 hectáreas, aunque con una reducción del 3.4%, mientras que Huánuco aumentará su superficie en un 12.8%, alcanzando 50,414 hectáreas.

El contexto climático favorable es uno de los factores clave para el éxito de la campaña 2024-2025. Según el último informe del ENFEN, la ausencia de fenómenos extremos como El Niño o La Niña en sus fases activas permitirá mejores condiciones para la siembra, especialmente en regiones de la sierra, como en el caso de cultivos de papa, que requieren climas más fríos.

Además, los precios de productos agrícolas han sido un incentivo para los agricultores. Durante la campaña 2023-2024, el precio del arroz aumentó un 6,1% en comparación con la temporada anterior, mientras que la papa mostró un incremento del 5,3%. Estos aumentos de precios impulsaron a los agricultores a expandir sus cultivos, mejorando sus márgenes de rentabilidad y promoviendo una mayor inversión en las áreas sembradas.

El arroz, la papa y el maíz amarillo son los cultivos estratégicos que dominan la expansión agrícola. En el caso del arroz, para la campaña 2024-2025 se proyecta sembrar 427.428 hectáreas, un 0,3% más que en campañas anteriores. Las regiones líderes en este cultivo incluyen San Martín, Lambayeque y Piura.

Por otro lado, la siembra de papa crecerá un 4.4%, con Huánuco experimentando el mayor incremento regional (+12.8%) y Puno siendo el principal productor con 58,419 hectáreas. En cuanto al maíz amarillo, se proyecta un aumento del 8,6% en la superficie sembrada, alcanzando 290.377 hectáreas. Regiones como San Martín verán un aumento del 18.7%, mientras que Lambayeque experimentará un crecimiento notable del 62.7%.

A pesar de las perspectivas favorables, persisten ciertos riesgos climáticos. El Midagri advierte sobre la posibilidad de que se desarrolle La Niña, lo que podría generar lluvias por debajo del promedio en la sierra central y sur del país. Esto afectaría particularmente a los cultivos que dependen del agua de los ríos Chira, Piura y la cuenca del Titicaca, cuyos caudales podrían verse reducidos.

Sin embargo, el Ministerio ha coordinado con los gobiernos regionales para tomar medidas preventivas, como la mejora de los sistemas de riego y el monitoreo constante de los recursos hídricos. Esto es fundamental para minimizar los efectos adversos del clima y asegurar que la producción no se vea gravemente afectada.

El aumento proyectado en la producción agrícola beneficiará a toda la cadena de valor, desde los agricultores hasta los consumidores finales. Según las proyecciones, este incremento de la producción podría generar un crecimiento del 4.3% en los ingresos de los productores durante 2024. Además, se espera que la expansión agrícola impulse el empleo en las zonas rurales, mejorando los ingresos de las familias dedicadas a la agricultura.

El valor bruto de la producción (VBP) agrícola ha mostrado un crecimiento del 4.5% en el primer semestre de 2024, y se proyecta un aumento adicional del 3.8% para el resto del año. Este incremento, impulsado por la siembra de cultivos clave como arroz y papa, contribuirá a dinamizar las economías rurales y reducirá la dependencia de importaciones alimentarias.

La campaña agrícola 2024-2025 se presenta como una oportunidad crucial para el sector agrícola peruano. El crecimiento del 4.3% en las áreas sembradas, combinado con condiciones climáticas favorables y precios atractivos para los agricultores, permitirá no solo incrementar la producción de alimentos básicos como arroz, papa y maíz amarillo, sino también fortalecer la economía rural. Sin embargo, el monitoreo de riesgos climáticos, como la posible aparición de La Niña, será clave para garantizar que el crecimiento proyectado se mantenga. Las políticas de apoyo del gobierno, el acceso a tecnologías agrícolas eficientes y el uso del Marco Orientador de Cultivos seguirán desempeñando un papel fundamental en la sostenibilidad del sector agrícola a largo plazo.